¿Cómo dejar de ser sensible y llorona?
Muchos de nosotros, emocionalmente hablando, nos identificamos como personas sensibles y/o lloronas. A veces, esta es una cualidad hermosa. Sin embargo, a veces, puede ser un impedimento para nuestra vida cotidiana. Entonces, ¿cómo hacemos para evitar dejar que nuestras emociones nos dominen? Aquí hay algunos consejos para ayudarte a controlar tus emociones y dejar de ser sensible y llorona:
Aprende a entender tus emociones
Es muy importante ser conscientes de las emociones que estamos sintiendo. Cuando tengas una intensa reacción emocional, trata de entender por qué estás reaccionando así algo. Puedes preguntarte qué podría haber desencadenado esta respuesta, «¿es algo que me hirio o insulto?» Esta es una excelente forma de poder controlar tus emociones.
Relaja tu cuerpo
Relajar tu cuerpo puede ayudarte a aliviar la tensión del momento. Trata de:
- Respirar profundamente para controlar los niveles de cortisol en tu cuerpo.
- Tomar una taza de té para aclarar la mente y relajar el cuerpo.
- Caminar o hacer ejercicio para canalizar la energía negativa.
- Hacer yoga o meditación para aliviar el estrés.
Aprende a divertirte y relajarte
A veces, la mejor forma de dejar de sentirse sensible es simplemente relajarse y divertirse. Prueba cosas nuevas para mantenerte entretenido, lee un libro, escucha música, ve una película, sal con amigos, etc. Estas actividades te ayudarán a recargar tus baterías y a sentirte mejor contigo mismo.
Trata de controlar tu pensamiento
El pensamiento es una forma muy poderosa de controlar nuestras emociones. Prueba a ver las cosas desde otras perspectivas, trata de buscar soluciones creativas, construye tus posibilidades y mira el futuro con optimismo. Estos pequeños cambios de pensamientos pueden ayudarte a sentirse mejor y a reaccionar adecuadamente ante la situación.
Busca apoyo
No tengas miedo de buscar ayuda. Si crees que nada de lo anterior funciona, pide ayuda a tus amigos o a un profesional. Si estás luchando contra tus propias emociones, no estás solo. Mucha gente pasa por esto y tu también puedes hacerlo.
Esperamos que estos consejos te ayuden a controlar tus emociones y te permitan evitar ser sensible y llorona. ¡Recuerda: solamente tú eres dueño de tus emociones!
¿Cómo hacer para dejar de llorar y ser más fuerte?
Veamos a continuación unos pasos con los que poder lograrlo. La autoconciencia: 20 minutos de reflexión personal al día, Acepta las emociones negativas, Entiende que los obstáculos no son muros, son desafíos, En lugar de atención ajena, reclama respeto, Recuerda, el cambio forma parte de la vida, Aprender a dar gracias y ser agradecido , Cultiva el autocontrol, Comprométete con el mejoramiento constante, Practica la resiliencia, Rodeate de gente positiva y con proyectos a seguir, Y relájate y disfruta lo mejor de la vida.
Con éstos simples consejos seguramente te será mucho más fácil dejar de llorar y ser más fuerte. Siempre ten presente que todas las cosas pasan y que nada dura para siempre. Si te sientes perdido, vale la pena hablar con alguien en quien puedas confiar. ¡Ánimo y mucha fuerza!
¿Por qué soy tan sensible y lloro por todo?
Los traumas y la hipersensibilidad. Si una persona se pregunta “¿por qué soy tan sensible?” es posible que detrás de esta manifestación esté un trauma. Haber sufrido maltrato en la infancia, abusos, haber vivido la pérdida de un progenitor o padecer cualquier hecho doloroso tienen un impacto en nuestro cerebro. Estas circunstancias se desencadenan a lo largo de nuestra vida y se pueden venir a la superficie cuando menos lo pensamos.
Otra posible causa pueden ser problemas emocionales como trastornos de ansiedad, depresión o incluso, trastornos de la personalidad.
Debes buscar ayuda psicológica, donde se te ayude a identificar el motivo de tu sensibilidad y así abordarlo de manera adecuada.
¿Por qué soy tan sensible?
Las personas altamente sensibles tienen un desarrollo del sistema nervioso que les permite percibir sutilezas que el resto de los humanos perciben. Su desarrollo sensorial es extraordinario, siendo especialmente receptivos y perceptivos a las estimulaciones externas. Esta alta sensibilidad se relaciona con diferentes habilidades, como una gran intuición, un sentido de empatía profunda, y una observación muy intuitiva. Las personas altamente sensibles pueden sentirse abrumadas por el mundo a su alrededor, y suelen tener un sentido profundo de intimidad y conexión con el medio ambiente.