Cómo prevenir la faringitis
Qué es la faringitis
La faringitis es una inflamación de la parte posterior de la garganta, también conocida como la faringe. Esta inflamación puede causar enrojecimiento, dolor y otros síntomas. Esta condición se debe principalmente a un virus, aunque a veces también se debe a infecciones bacterianas, alergias y otros factores.
Consejos para prevenir la faringitis
- Mantén la higiene: Lávate las manos con frecuencia con agua y jabón para evitar contagiar o contraer la faringitis. Asimismo, evita tocarte la nariz, los ojos, la boca o la cara para prevenir la propagación de virus u otras enfermedades.
- Mantén una alimentación saludable: Evita los alimentos grasos y procesados; come comidas bajas en calorías y alimentos ricos en nutrientes. Esto te ayudará a fortalecer tu sistema inmunológico y prevenir infecciones.
- Bebe mucha agua: El agua es esencial para prevenir la faringitis. Bebe al menos 8 vasos de agua por día para mantenerte hidratado. Se recomienda también tomar té y zumos naturales para aumentar la ingesta de líquido.
- Evita el contacto con personas con faringitis: Si alguien cercano está enfermo de faringitis, mantén la distancia y evita el contacto cercano. Asimismo, evita sonarse la nariz, toser o estornudar frente a él.
- Vacúnate: Pregunta a tu médico sobre las vacunas disponibles para prevenir la faringitis. Entre las más comunes se encuentran las vacunas contra el neumococo, la influenza y la tos ferina.
Conclusión
Se pueden tomar varias acciones para reducir el riesgo de infección por faringitis. Estas incluyen mantener una buena higiene personal, una buena alimentación y una adecuada ingesta de líquidos, evitar el contacto con personas enfermas y vacunarse. Con estas medidas, se pueden reducir las probabilidades de contraer la infección.
¿Cómo se quita la faringitis rápido?
Otro remedio casero muy eficaz para aliviar y tratar la faringitis es realizar gárgaras con agua templada y sal. Calienta un poco de agua, disuelve una cucharadita de sal y haz gárgaras con la mezcla varias veces al día. En este caso no hablamos de infusión, por lo que no debes beberlo, solo hacer gárgaras. Esta técnica ayuda a aliviar el dolor de garganta y fortalece el sistema inmunológico para combatir la faringitis.
¿Qué alimentos alivia la faringitis?
Un té con limón y miel, agua con hielo o incluso batidos naturales helados de frutas son algunas opciones. Junto a la salvia y el malvavisco, el regaliz también puede aportar su granito de arena. Esta raíz tiene propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias y reparadoras de la mucosa. Otros alimentos que pueden aliviar los síntomas de la faringitis son los lácteos desnatados (yogur, queso blanco, etc.), la papaya, las manzanas, la albahaca, el ajo, la col, la guayaba, los cítricos (como el limón, la piña, la naranja, la uva, el melón, etc.), los ésteres (vacío, vieiras), los cítricos y los líquenes. También puedes intentar con una infusión de manzanilla o salvia. Estos alimentos ayudan a aclarar la garganta, calmar la tos y reducir la inflamación y la irritación.
¿Cómo se puede prevenir la faringitis?
¿Se puede prevenir? Para prevenir la faringitis se debe evitar el contacto con las secreciones faríngeas mediante, por ejemplo, el uso de guantes por parte del dentista. También es importante lavarse las manos y evitar compartir tazas o utensilios para comer con personas enfermas. Además, es recomendable mantener una buena higiene respiratoria, incluido el uso de tapabocas para protegerse de los gérmenes que pueden causar la inflamación. Otras medidas preventivas son la ingesta de alimentos ricos en vitamina C para reforzar el sistema inmunológico y evitar el contacto con personas enfermas.
¿Qué es lo que causa la faringitis?
La mayoría de las faringitis agudas son procesos infecciosos, debidos a virus o bacterias; los virus causan entre un 80% y un 90% de las faringitis tanto en niños como en los adultos. Las infecciones faríngeas causadas por virus, además pueden predisponer a una sobreinfección bacteriana. En esta categoría se encuentran los virus de la influenza, los adenovirus, el virus respiratorio sincicial y el virus parainfluenza. Las bacterias más comunes son estreptococos, M. Catarrhalis y H. Influenzae. Sin embargo, algunas faringitis son causadas por alérgenos, medio ambientales, ácidos en reflujo gástrico, tabaquismo, radioterapia, lesiones químicas, alergia a medicamentos y uso excesivo de la voz.
Cómo prevenir la faringitis
La faringitis es una inflamación de la mucosa faríngea que suele estar relacionada con una infección bacteriana o viral. Esta enfermedad suele afectar a todos los grupos de edad, especialmente en los meses de otoño e invierno. Para prevenir la faringitis, se deben seguir los siguientes consejos:
Higiene de la boca
Mantener una buena higiene bucal es una de las mejores formas de prevenir la faringitis. Cepillarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental y enjuagues bucales contribuirán a eliminar los gérmenes que pueden generar la enfermedad.
Control de alérgenos
Controlar el consumo de alimentos o productos a los que el organismo pueda generar alergia contribuirá a reducir el riesgo de contraer una faringitis. Algunos de estos alérgenos son el polen, el polvo, los ácaros, las mascotas, el humo del tabaco y los alimentos.
Hidratación
Beber al menos 8 vasos de agua al día ayuda a una mejor hidratación del cuerpo, aconsejándose una ingesta extra en época de estaciones frías. Esta reposición a ayuda a mantener limpias las vías respiratorias y evitar la aparición de infecciones.
Ejercicio
Mantener una rutina de ejercicios ayuda a fortalecer el sistema inmune. Se recomienda hacer ejercicios en el aire libre y evitar entornos con mucha gente, para reducir las situaciones que puedan generar enfermedades.
Alimentación Adecuada
Además de la hidratación adecuada, una alimentación saludable también ayuda a prevenir la faringitis. La ingesta diaria de frutas, vegetales y carbohidratos fortalecerá el sistema inmune ante una posible infección.
Aunque seguir estos consejos no garantiza una prevención absoluta de la faringitis, sí puede contribuir a reducir el riesgo de contraer esta enfermedad. Por ello, se recomienda seguirlos para asegurar una buena salud.