Cómo sacar flemas a un bebé con perilla
Mientras que la perilla suele ser una característica adorable y graciosa en los bebés, a veces puede dificultar la respiración. Esto puede hacer que las flemas se acumulen en la parte posterior de la garganta de los bebés, lo que significa que es necesario sacar las flemas de manera segura.
Paso 1: Hidratación adecuada
Asegúrate de proporcionar la cantidad adecuada de líquidos al bebé. Esto ayudará a hidratar su cuerpo, por lo que estará bien hidratado y las flemas se deslizarán con más facilidad. Esto ayudará a aliviar la congestión.
Paso 2: Incentiva el expectorar
Coloca al bebé en un ángulo alto y, si es mayor de 6 meses, sostenlo para que mire hacia abajo. Esto ayudará a que la expulsión de mucosidad sea más fácil.
Paso 3: Humecta el aire
Esto ayuda a romper las flemas para que sea más fácil despegarse. Un humidificador es una excelente manera de humedecer el aire, por lo que es una buena inversión si tu bebé padece frecuentemente la congestión.
Paso 4: Ducha caliente
Un vaporizador de bebé es una excelente herramienta para ayudar a despejar las flemas. Si no tienes un vaporizador de bebé, prueba a tomar una ducha caliente y déjala abierta para que el aire húmedo se desplace hacia el cuarto del bebé.
Paso 5: Masaje
Un buen masaje con la parte superior del dedo o con ayuda de un lubricante suave ayudará a relajar un poco los músculos. Esto hará que sea más fácil para el bebé exudar las flemas.
Paso 6: Succión para despejar
Puedes utilizar una pera para extraer las flemas. Por seguridad, asegúrate de verificar antes de cada uso si presenta roturas o daños. Asegúrate también de que la colita esté siempre apuntando hacia abajo para prevenir que se acumulen las flemas en la garganta.
Usar estas técnicas ayudará a tu bebé con perilla a despejarse y expulsar flemas, mejorando su respiración. Algunas de estas recomendaciones básicas son:
- Procura mantenet al bebé adecuadamente hidratado
- Incentiva el expectorar ubicándolo en un ángulo alto
- Humecta el aire con un vaporizador de bebé o ducha caliente
- Realiza un pequeño masaje
- Usa una pera para succión de flemas
¿Cómo saber si mi bebé tiene flema en la garganta?
Los mocos al principio suelen ser secreciones muy líquidas (como agua) y luego se hacen más espesos y pasan a ser blancos, amarillos e incluso verdosos. Si se le obstruye la nariz, no respira bien y tiene que hacerlo por la boca, el bebé puede tener problemas para mamar. Los resfriados son muy frecuentes. En este caso, puedes observar si el bebé presenta tos, sin estar resfriado, y tiene dificultad para respirar. Si agarras la garganta de tu bebé con suave presión y sientes una masa gruesa, podría ser flema.
¿Qué pasa si mi bebé tiene mucha flema?
Los bebés de pocos meses tienen mocos y flemas bastante a menudo, incluso aunque no estén resfriados. Las mucosidades son en realidad un mecanismo de defensa muy eficaz de su organismo, que está empezando a fortalecerse frente a los virus. Si algunas veces tu bebé presenta un gran volumen de flema, no significa necesariamente que esté enfermo. Sin embargo, si notas que tu bebé tiene mucha flema durante mucho tiempo o si ésta cambia de color o consistencia, consulta a tu pediatra para descartar alguna posible infección.
¿Qué pasa si un bebé no expulsa las flemas?
Cuando la acumulación de moco es excesiva y no se elimina, puede incluso provocar otras enfermedades. – Otitis: es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia. Cuando el exceso de moco se acumula en la Trompa de Eustaquio, ese túnel que comunica la nariz con el oído puede provocar una otitis media. – Bronquiolitis o neumonía: el exceso de flema puede llegar a los bronquios bloqueando la entrada de aire. Esta situación puede provocar una obstrucción bronquial que con el tiempo puede desarrollar una bronquiolitis o incluso una neumonía. – Asma: a largo plazo el exceso de flema puede provocar una inflamación crónica de los bronquios, lo que a su vez puede ser uno de los principales síntomas del asma. – Resfriados frecuentes: al tener la nariz congestionada y estar acumulando mucho moco, el sistema inmune se debilita y el niño se hace más susceptible a contraer resfriados.
¿Cómo quitar las flemas de la garganta de un bebé?
La mejor forma de sacar los mocos de nuestro bebé está en tumbarle boca abajo o boca arriba y girar, en cualquiera de los casos, su cabeza hacia el lado derecho o izquierdo, y realizar ese lavado nasal con suero fisiológico. Hay que hacerlo con cuidado para no molestar al recién nacido.
También hay que evitar situaciones estresantes, el humo del cigarro, el polvo, los polinizadores y en general todos aquellos agentes que puedan provocar alergia. Lo ideal también es mantener la habitación bien ventilada para que el aire no acumule suciedad. Si tu bebé tiene alergia, el pediatra o alergólogo te indicará el tratamiento más indicado para tratarla.