En este artículo te daremos una breve guía para el cuidado del aloe arista y cuáles son sus principales características.
Características del aloe aristata o planta antorcha
El aloe pertenece a la familia del aloe Xanthorrhoeaceae, con unas 500 especies plantas suculentas como el aloe vera, aloe brevifolia, aloe variegata, aloe saponaria y aloe arista, del que hablaremos a continuacion
El aloe aristata conocida como planta antorcha, es originaria de Sudáfrica y se reconoce por su disposición en pequeñas rosetas de no más de 30 cm, así como por sus hojas triangulares de color verde oscuro, con bordes dentados y cubiertas de espinas.
Las flores de esta planta, que al desarrollarse en verano se agrupan en inflorescencias terminales, asimismo son muy ricas en néctar, lo que las convierte en una buena forma de atraer pájaros o abejas a la zona.
En el siguiente artículo puede conocer más sobre cómo cultivar plantas suculentas.
Aloe aristata: cuidados básicos
A pesar de la naturaleza fuerte de la planta antorcha, hay unas pautas que debes seguir para tenerla en las mejores condiciones posibles. Sigue estos consejos sobre los cuidados básicos del aloe arista:
Luz y ubicación
El Aloe arista debe estar en pleno sol o zonas de semisombra en caso de que vivas en un clima muy cálido. Por ello, es apta tanto para jardines de exterior como para macetas de interior, siempre que estas últimas se mantengan cerca de ventanas o fuentes de luz natural.
Temperatura
Esta es una planta principalmente de clima cálido por lo que aguanta muy bien el sol y las altas temperaturas. Sin embargo, si vas a plantar tu aloe en el exterior y vives en una zona especialmente calurosa, la planta agradecerá una zona de semisombra. En cuanto al frío, puede soportar temperaturas cercanas a los cero grados, pero no es apta para suelos que puedan helarse.
Sustrato y suelo
Esta planta es especialmente conveniente para los suelos arenosos y secos porque necesita un buen drenaje que no acumule exceso de humedad en sus raíces. Si la tienes en una maceta, coloca una capa de grava en la base de la maceta y otra en la superficie, esto ayudará a la planta a alejar el exceso de humedad. Puedes abonarlo en primavera y verano con abono para cactus o plantas suculentas si quieres darle un aporte extra de vigor.
Irrigación
Al ser una planta de clima seco, el aloe arista no necesita más que 2 o 3 semanas de riego a lo sumo. Eso sí, es importante si la tienes en una maceta, no poner un plato debajo del desagüe de la misma y, si es necesario, recuerda siempre vaciarla del exceso de agua luego del riego. El exceso de humedad es el enemigo de esta planta, por lo que hay que tener mucho cuidado con ella.
Trasplante
El Aloe aristata requiere un trasplante anual, como es el caso con la mayoría de las plantas. La operación de trasplante no es más peligrosa que cualquier otra y simplemente se recomienda levantar completamente el sustrato inicial desde sus raíces para eliminar posibles plagas.
Multiplicación
Si quieres multiplicar tu aloe, es fácil hacerlo con sus hijuelos. Solo retíralos con cuidado de la planta raíz y deja que echen raíces en otra maceta o lugar, siempre con buen drenaje y donde reciba luz natural, pero no directamente.
Siembra
Finalmente, si quieres plantar tu propia semilla de aloe arista, la mejor temporada para esto es a finales de la primavera. No conviene plantarla demasiado profundo para evitar el terrible exceso de agua que hará que no prospere.
Plagas y enfermedades del aloe aristata
Aunque no es muy común, el aloe arista puede ser atacado por el insecto escama, ampliamente conocido como cochinilla. Cuando esto sucede, los insectos se instalan en las grietas y espacios estrechos entre las hojas, lo que dificulta su extracción. Para ello se recomienda utilizar espátulas o pinzas. Incluso puedes usar un plaguicida adecuado o infusión con capuchina, rociar la planta ayudará a limpiarla de estos parásitos.
Como se mencionó anteriormente, los peores enemigos de Aloe aristata son sin duda exceso de humedad, la putrefacción y la aparición de hongos. Para evitar esto, proporciona una tierra o una maceta bien drenada y si las raíces atraviesan los orificios de drenaje de la maceta, trasplántelas inmediatamente a una maceta más grande.