Clematis o clemátide es en realidad un género de plantas trepadoras del grupo Ranunculaceae, que cuenta con más de 400 variedades. Las llamadas alegrías de los viajeros o la flor de los soñadores son plantas de gran belleza y resiliencia, que crecen en estado salvaje, sin dificultad y especialmente en climas húmedos, como la campiña inglesa, de donde proceden algunas.
Si quieres conocer más sobre los cuidados de las plantas de clemátide, acompáñanos en este artículo.
Características de la planta clematis
Clematis son plantas herbáceas y plantas leñosas, así como plantas trepadoras, con hojas que se dividen en tres folíolos y tonalidades de verde que se aclaran u oscurecen según la cantidad de sol que reciban. Las hay perennes y de hoja caduca, aunque lo más destacable es la flor de la clemátis que aparece durante los meses más cálidos y es fácilmente reconocible por sus llamativos tépalos que casi parecen pétalos.
Esta flor es muy aromática, con un intenso perfume que recuerda al jazmín, y es muy apreciado por los amantes de la jardinería y la botánica. Entutorada o con una superficie de ascenso adecuada, las clemátides pueden alcanzar los 5 metros de altos, lo que las convierte en una gran opción para decorar paredes, árboles o pérgolas.
No obstante, se debe prestar atención a su cultivo en zonas donde haya mascotas o niños pequeños, ya que estas plantas son tóxicas: sus aceites esenciales y compuestos irritan la piel y las mucosas y pueden causar daños más graves si se ingieren en grandes cantidades, aunque no es fácil que suceda.
A pesar de esto, en cantidades lo suficientemente pequeñas, la planta puede tener efectos positivos. Es un bactericida probado y es usado tradicionalmente por los nativos americanos para aliviar los síntomas de las migrañas y los trastornos nerviosos.
Ubicación de la clematis
Estas plantas deben estar preferentemente ubicadas en el exterior debido a su carácter trepador.
Es posible plantar clemátides tanto en macetas como directamente en el suelo:
- Es importante colocar tutor o caña en una maceta y un recipiente de tamaño grande y orificios de drenaje. En ese sentido, funcionan mejor las macetas de ceramica, ya que el material tiene una mejor capacidad para liberar el exceso de humedad al ser poroso.
- En el jardín será necesario colocar la planta cerca de donde queremos que trepe una celosía u otra estructura. Prepara un hueco de unos 50 x 50 cm, pegado a la plataforma a la que quieras que suba, y colócalo pegado a una guía que conducirá a la clemátide hasta la estructura por la que crecerá. Es recomendable brindarle un alcorque de cierta profundidad que ayuda a la planta a acumular más humedad en torno a de su suelo.
En cuanto a sus necesidades de luz, la clemátide se puede cultivar tanto en pleno sol, como en sombra parcial. De hecho, es popular que sus hojas y tallos crezcan con la luz de la mañana, que será útil, las raíces aprecian las zonas de semisombra para retener un poco más de humedad. El sol directo en las horas centrales del día, sobre todo en climas cálidos o como el mediterráneo, puede resultar excesivo para esta planta.
Riego de la clematis
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Suelo o sustrato para la clematis.
Este es otro punto esencia del cuidado de esta planta: necesita tierra o sustrato de gran drenaje para evitar encharcamientos dañinos, adicionalmente de ser muy rico en materia orgánica al esencial para florecer en primavera o verano.
Añadir humus de gusano al suelo o sustrato es una opción especialmente recomendable, así como el uso de una base de fibra de coco o turba muy ligera. La vermiculita y la perlita, como siempre decimos, son recomendables.
Clima para clemátides
Dependiendo de la variedad y antigüedad de la planta, su resistencia a las heladas es diferente. En su primer año, la mayoría de las variedades no las toleran, mientras que más tarde algunas pueden soportar temperaturas de hasta -10º C en ocasiones, pero esto no es así para todos.
Vigilar sobre las necesidades climatológicas de las especies de su clemátide en particular. Del mismo modo, casi ninguna tolera la luz solar directa en zonas cálidas y durante las horas de mayor exposición solar, cuando es mucho más fuerte.
Fertilizante para la clematis
Durante todos los meses cálidos, debes darle abono a tu clematis. Se recomienda hacerlo con fertilizante orgánico, ya que es una opción más ecológica, como el humus, el compost o el guano.