La Ocinum basilicum comúnmente conocida como albahaca, es una planta aromática, se originó en algunas regiones tropicales de Asia y ha sido cultivada por manos humanas durante milenios. Es una planta muy utilizada tanto con fines culinarios como médicos, y su uso se ha extendido ahora a casi todo el mundo.
Si quieres saber cómo cultivar albahaca en casa, sigue leyendo este artículo que te muestra una guía para hacerlo.
¿Qué encontrarás en el artículo?
Cómo sembrar la albahaca.
Para cultivar esta planta en casa desde cero, primero plantéate cómo plantar semillas de albahaca. Si desea plantar semillas de albahaca, es recomendable hacerlo en envases. Es posible sembrarla directamente en tierra, pero sus posibilidades de cultivo serán mucho mayores en invernadero con el cuidado adecuado.
- Prepara un envase con sustrato para cultivo, puedes comprarlo o hacerlo tú mismo con alguna de las mezclas ecológicas, como fibra de coco y humus de gusano.
- Extienda las semillas pequeñas de albahaca sobre el sustrato, separadas aproximadamente 2 cm.
- Regar con cuidado con una regadera con chorros finos, evitando así que el agua misma desplace las semillas o las entierre. Riegue para perseverar el sustrato húmedo, pero nunca demasiado encharcado.
- Ubíquela donde reciba mucha luz natural, pero no una corriente de la que necesites protegerlo. Por otra parte, la temperatura en la que se encuentra el germinador nunca debe pasar de los 15 °C.
- Con el tiempo, verás que las semillas cambian de color, adquiriendo un tinte azulado, y unos días posteriormente comienzan a germinar. Entre 20 y 30 días posteriormente de la siembra, cuando las plántulas ya tengan entre 4 y 6 hojas, la albahaca estará lista para trasplantar.
Plantar la albahaca. Consejos.
Luego del proceso del brote de albahaca, puedes cambiar o trasplantar en un envase más amplio o al suelo directamente.
- Es necesario realizar el trasplante con mucho cuidado, llevando las pequeñas plántulas de albahaca a su nuevo lugar sin quitarles la tierra ni dañar sus raíces.
- Si están muy cerca unas de otras, puedes trasplantarlas en pequeños grupos a la vez, sacando las que tenga las raíces más grandes para asegurarte de no dañarlas.
- Para la zona exterior puedes utilizar un sustrato universal o sustrato vegetal de exterior, aunque merece la pena añadir un 10% de tierra de campo con textura arcillosa. Todavía se recomienda un pH tenuemente ácido entre 5,7 y 6,2.
Cómo cuidar la albahaca.
Los cuidados de la albahaca son básicos, ya que es una planta muy poco exigente.
Ubicación.
Cuando se habla de cómo cuidar la planta de albahaca, lo más importante es mantenerla en un sitio con la temperatura más estable posible y sobre todo alejada de fuertes corrientes.
Temperatura.
Como planta de origen tropical, la albahaca deja de crecer cuando está a bajas temperaturas, por lo que no debes exponerla a temperaturas inferiores a los 15 °C.
Luz para la planta de albahaca.
En cuanto a la iluminación, colócala en un sitio donde reciba mucha luz natural, pero ten cuidado si el sol es muy fuerte en tu zona, ya que el exceso de luz directa e intensa puede resecarla. En este caso, lo mejor es ubicarla en lugares con semisombra, sobre todo en verano.
Cómo regar albahaca.
Por otra parte, deberás regar esta planta cada vez que notes sustrato o tierra seca. Regar regularmente, pero sin excederse de las cantidades, ya que nunca es bueno para la planta mojarla demasiado. En los meses más calurosos se recomienda un riego moderado dos veces al día.
Humus y poda.
Puedes fertilizar tu albahaca una vez al mes. Recomendamos utilizar fertilizantes naturales y orgánicos, como humus de gusano o compost.
Esta planta debe ser podada. Por ejemplo, para podar la albahaca, pode con cuidado sus tallos más largos cada dos o tres semanas, dándole una forma tupida, pero de tamaño controlado. Por otra parte, a menos que quieras obtener semillas, es bueno quitar las flores.
Cómo preservar la albahaca fresca.
Para perseverar la albahaca fresca, lo mejor es congelarla. Para hacer esto, todas las hojas, limpias y secas, deben reservarse en un recipiente hermético y almacenarse en el congelador. Usted incluso puede congelar albahaca como parte de la salsa pesto, triturada y mezclada con un toque de oliva y sal.
Otra opción, si no quieres congelarla, es guardarla en agua, pero lejos de la luz solar directa. De esta manera puedes extender la vida de las hojas hasta una semana aproximadamente sin afectarlas tanto como congelarlas.