Cada vez son más las personas que hablan de jardines urbanos. Se refieren a pequeños huertos que ofrecen abastecimiento de alimentos vegetales a nivel doméstico e incluso colectivo y que se caracterizan principalmente por estar ubicados en las propias ciudades o núcleos urbanos, donde se consumen estos alimentos.
Sin embargo, crear un jardín urbano no es tan sencillo como puede parecer a primera vista. No basta con ponerse a plantar tomates y pepinos en el primer cultivador que encontremos, pues, aunque no es complicado, requiere unos conocimientos mínimos de agricultura, adicionalmente de unas condiciones e infraestructuras mínimas pero necesarias. Si quieres conocer Cómo hacer un jardín urbano en casa. Continúa leyendo el artículo, te contamos al respecto.
La luz adecuada para crear un jardín urbano.
Cuando se trata de crear un jardín urbano, lo más difícil de conseguir no suele ser el ámbito, sino la luz. Se puede obtener la tierra colocando macetas o espacios previstos para ello. Sin embargo, la luz será lo más importante a tener en cuenta a la hora de crear un jardín urbano, y más aún cuando sea en nuestra propia casa.
El problema de los jardines urbanos es que las especies que se van a plantar suelen necesitar una cantidad importante de luz, y de hecho lo mejor es Luz solar directa. Esto complica las cosas a la hora de instalar un jardín urbano en casa, ya que no todas las terrazas tienen una orientación conveniente para obtener la luz solar necesaria.
Así que lo que tienes que hacer es elija el sitio más adecuado en la casa para colocar el jardín urbano, dependiendo de cuál sea el sitio más soleado de la casa. No importa si se ubica en una azotea, una terraza o un simple balcón de ventana. Es importante que el sitio sea soleado y radiante. Aunque no disponga de una zona proporcionadamente iluminada, puede optar por colocarla en la cubierta del edificio (siempre con el permiso previo de la comunidad de propietarios, si la hubiere).
Seleccionar las plantas adecuadas para un jardín urbano en casa.
Otro aspecto importante será seleccionar las plantas más adecuadas de acuerdo al espacio y la cantidad de luz necesaria. En este sentido, cuando pensamos en un jardín urbano, lo primero que nos viene a la cabeza son las grandes tomateras que crecen alegres en las terrazas de los edificios. Sin embargo, las plantas de tomates, por ejemplo, son un tipo de cultivo que necesita mucha luz y mucho espacio para crecer. Al menos que tengas una terraza grande y soleada, no serán los cultivos más adecuados para plantar.
Así, antes de ponernos a plantar lo primero que se nos ocurra, lo mejor es seleccionar aquellas hortalizas que sabemos que se adaptarán mejor a las condiciones que tenemos en nuestro espacio en particular. Puede ser un buen punto de partida, las plantas aromáticas, ya que no necesitan mucho espacio y se pueden consumir sin tener que esperar a la floración y posterior crecimiento del fruto.
Esto no quiere decir que debamos renunciar a plantar tomates o pimientos, pero sí que seamos conscientes de las posibilidades reales de nuestro huerto y elijamos las variedades de hortalizas que mejor se adapten a cada caso. Si tenemos la suerte de contar con un gran espacio, con macetas grandes y un buen sustrato, podemos atrevernos a plantar tomates. Pero si, por el contrario, nuestro jardín urbano se limita al balcón de la ventana, donde queremos que convivan diferentes especies vegetales, lo mejor es iniciar por plantas aromáticas de rápido crecimiento.
Macetas, sustrato, ingreso y riego del jardín urbano.
Otros aspectos a tener en cuenta al momento de hacer el jardín urbano, serán los relacionados con el cuidado de las propias plantas y la infraestructura necesaria para ello. A continuación recopilamos una serie de consejos que deberás tener en cuenta si quieres que tu jardín urbano tenga éxito:
Macetas.
El espacio destinado a los jardines urbanos por lo general son pequeño, Por tanto, se cultivará en macetas. Por lo que es mejor seleccionar macetas con la forma adecuada para emplear el mayor espacio posible. En este sentido, otro punto importante es el peso de las macetas. Aunque cerámica o porcelana son más recomendables para el cultivo, adicionalmente, pesan y ocupan más espacio, por lo que a la hora de crear un jardín urbano en un espacio estrecho, lo mejor es optar por macetas de plástico.
Sustrato para el jardín urbano.
Siguiendo con el problema del espacio, las plantas de los jardines urbanos son las mismas que las que crecen en el campo, pero con la diferencia de que aquí el ámbito es muy pequeño. Por ello, es importante obtener un sustrato o suelo rico y adaptado a cualquier tipo de cultivo.
Fertilizante para el jardín urbano.
La misma barrera de espacio hace que estos jardines deban ser abonados con una determinada frecuencia (dependiendo del tipo de especie vegetal en cada caso). Sin embargo, el exceso de fertilizante puede ser negativo para su crecimiento. Para cerciorarse de que el fertilizante es adecuado, es mejor realizar el abono en casa con los restos de verduras que echamos fuera del plato. La mejor forma es juntar las verduras sobrantes (cáscaras de papa, corazones de manzana, tallos de brócoli, etc.) en un envase plástico y guardarlo en el congelador y una vez a la semana hervir todos estos restos de comida y utilizarlos como agua de riego (antes de regar, asegúrate de que el caldo de verduras esté frío o destruirás el jardín urbano).
Riego de un jardín urbano.
El riego debe ser concorde a cada tipo de planta que tengamos. En el caso de los jardines urbanos, el error más popular es el riego. Es importante tener macetas con drenaje adecuado para evitar inundaciones de terrenos. De hecho, la misma agua residual se puede utilizar para regar otras plantas, así que no la desperdicies.
Lleva un registro.
Aunque creas que recuerdas proporcionadamente los días que regaste y los días que fertilizaste, a menos que tengas una gran memoria, probablemente lo olvides en algún momento. Para evitarlo, lo mejor es tener un cuaderno e ir anotando el cuidado de cada planta en el jardín urbano. Así evitarás más o menos riego y abono y podrás llevar notas sobre el ritmo de crecimiento de cada planta, así como los días de recogida, lo que te permitirá identificar los biorritmos de cada planta y la frecuencia con que se puede realizar cada recolección.