Las orquídeas son toda una familia de plantas, muy apreciadas en la jardinería y decoración por sus flores de gran tamaño y diferentes formas y colores. La familia es enorme, con más de 25.000 especies y por ello existe una gran variedad de aspectos y necesidades entre ellas.
Sin embargo, las orquídeas tienen la fama de ser flores muy difíciles de cuidar y por ello muchos aficionados novatos no se atreven a hacerse con una de estas preciosas plantas.
En este artículo queremos demostrarte que todo el mundo puede tener una orquídea en casa y que cuidarla no es tan difícil. Por eso nos centraremos en uno de los cuidados más importantes y específicos: cuándo y cómo regar una orquídea en una maceta.
Cuándo regar las orquídeas
El riego excesivo es uno de los mayores problemas que acaba con las orquídeas en los hogares. Estas plantas tropicales están acostumbradas a habitar en ambientes húmedos y constantemente absorben la humedad con sus raíces desnudas. Sin embargo, demasiado riego inunda la planta y es muy fácil que la planta muera.
Cada una de ellas tiene diferentes necesidades de riego, ya que hay orquídeas cuyas raíces son visibles y nos avisan con su color de cuando necesita agua, mientras que otros tienen pseudo bulbos en los que almacenan agua, los cuales se encogen cuando la planta necesita riego.
Puesto que no existe una fórmula general, para saber con qué frecuencia regar las orquídeas, debe aprender qué tipo de orquídea tienes y comprender cuáles son sus necesidades específicas. Si tienes prisa y no tienes esta información de inmediato, puedes concentrarte en regar tu orquídea cuando su sustrato esté a punto de perder completamente la humedad.
Para estar seguro, intenta clavar con cuidado el dedo o un palo de madera en la tierra o el sustrato para comprobar el nivel de humedad. En el caso de las orquídeas con raíces expuestas, hay que tener en cuenta que al hidratarse quedan verdes y, en cambio, cuando las raíces son blancas necesitan agua porque ya están secas.
Obviamente, en los hogares más fríos, las orquídeas requerirán menos riego continuo, mientras que en los más cálidos requerirán más agua. Luego, habrá climas más o menos en los que sea más fresco y se deje pasar entre 10 y 15 días entre riegos y, en cambio, otros climas en los que haga mucho calor, en los que será necesario regar 1 o 2 veces por semana porque el agua del ambiente se evaporará mucho más rápido.
Como regar las orquídeas
Las orquídeas se suelen tener en macetas especiales para este tipo de plantas, con orificios de drenaje tanto en la base como en los lados y en ocasiones de material transparente que permite ver sus raíces, solo para tener un mejor indicador de la humedad y les llegue más luz.
Una vez que te hayas asegurado de que la maceta tenga orificios de drenaje y que el sustrato sea lo suficientemente ligero para permitir que el agua pase rápidamente, ya podrás comenzar a regar tu orquídea, sigue estos pasos y consejos:
- Toma su planta y colócala bajo un chorro de agua constante y rápido. Si puedes usa un accesorio para que el chorro se propague en lugar de concentrarse en un solo haz, úsalo como una ducha ligera.
- Mantén la planta bajo el agua durante un minuto, asegurándose de que todo el exceso de agua salga por los orificios de drenaje sin acumularse en la maceta.
- Pasado este minuto, quita la orquídea del agua, pues ya ha absorbido gran parte del agua que necesita.
- En este punto, es importante tener en cuenta que la gran parte del agua ya se ha drenado. Si la tierra o sustrato retiene mucha agua, es que el sustrato es demasiado denso para la orquídea y tendrás que sustituirlo por uno más ligero, porque corre el peligro de ahogarse. Si crees que tienes algún problema con esto, te recomendamos leer este artículo sobre Cómo preparar un sustrato para orquídeas.
Cómo regar una orquídea por inmersión.
- Llena un recipiente algo hondo con agua.
- Coloca la orquídea en el agua, primero asegurándote de que tenga un sustrato adecuado y una maceta con agujeros que permitan un buen drenaje.
- Deja que la planta absorba agua a través de sus raíces durante unos 10 minutos, pero si antes de ese tiempo ves que todas sus raíces ya están verdes, puedes sacar la planta del recipiente con agua. Entonces notarás que el nivel del agua ha bajado mucho y que el color de las raíces ha cambiado de un tono blanquecino a un saludable color verde.
- Deja la maceta en otro recipiente más grande y vacío, el fregadero, ducha o tina, para que drene el exceso de agua y no regrese a las raíces. Si usaste un recipiente sin drenaje, asegúrate de vaciarlo hasta que la orquídea deje de expulsar agua.
- Una vez que veas que no sale más agua de la maceta de la orquídea, devuélvela a su lugar habitual para que le llegue la luz del sol.
Es recomendable realizar el riego por la mañana, así la planta tendrá todo el día para eliminar el exceso de humedad gracias al calor del sol. Del mismo modo, ten en cuenta que las orquídeas asimismo agradecen rociarlas varias veces al día, con un poco de agua para mantener el nivel de humedad en sus hojas y flores.
Errores comunes al regar orquídeas
Por último, aquí hay algunos de los errores más comunes al regar orquídeas para que puedas evitarlos y así cuidar mejor tu planta:
- Como ya hemos dicho, el error más común y peligroso es el de regar abundantemente y con frecuencia. Las raíces de las orquídeas se pudren muy fácilmente cuando la humedad del suelo es excesiva.
- Otro error muy usual es regar las orquídeas por la noche. Las condiciones nocturnas provocan que el agua se estanque en la tierra, las hojas y las flores, lo que atrae enfermedades como los hongos.
- Finalmente, otro error habitual es desconocer que tipo de orquídea tenemos y, por lo tanto, no saber cuando necesita agua. Es necesario conocer la planta y para poder cuidarla adecuadamente, así que fíjate en el color de sus raíces, que cambiará cuando necesite agua, o en los pseudo bulbos en los que almacena líquidos, que si son demasiado finos durante su temporada de crecimiento, significará que necesitan riego.