La poda de árboles frutales tiene sus diferencias con respecto a la poda de árboles convencionales en el jardín. Esto se debe a que la finalidad de la poda de estos árboles es obtener frutos de buena calidad, por lo que es necesario evitar la aparición de frutos pequeños y de mala calidad, ya que si la poda es excesiva, podemos perjudicar la producción del árbol. Por ello, debemos buscar el equilibrio adecuado entre crecimiento y producción.
En este artículo hablaremos de cómo y cuando podar árboles frutales.
Cómo podar árboles frutales
Es necesario realizar poda y guía de árboles frutales cuando son jóvenes, porque hacerlo cuando son mayores requiere más esfuerzo, tiempo y herramientas, además es más factible que los ejemplares jóvenes se adapten a las nuevas situaciones. Hay que intentar conseguir una forma más abierta de las ramas, haciéndolas crecer más hacia lo ancho del árbol y quitar las ramas verticales y los chupones, ya que le quitan fuerza al árbol y perjudican el crecimiento de los frutos.
Es posible dirigir estas ramas verticales a una posición más horizontal, reduciendo la velocidad de crecimiento y fomentando la formación de yemas florales y frutos.
Una vez que le hemos dado la estructura adecuada al joven árbol frutal, puede comenzar la poda. La poda se realiza todos los años y la madera improductiva debe ser removida, manteniendo un tamaño adecuado, para aumentar la cantidad de luz recibida por las otras ramas. Con la poda anual mantenemos la madera productiva y fructífera y hacemos que el árbol crezca sano y enérgico.
Una vez que el árbol comience a dar frutos, su crecimiento será lento y también la necesidad de poda. Al podar, el propio árbol se adapta al cambio y su respuesta depende del lugar del corte. Para aprender cómo podar un árbol frutal hay que tener en cuenta el tipo de poda que se realiza, ya que de ello dependerá la cantidad que se clarea y en qué punto de las ramas cortar.
- Aclaraciones: el aclareo del árbol elimina algunas ramas y hace que las otras ramas reciban energía residual y crezcan con más vigor.
- Descabezamientos: consisten en dejar más yemas en las ramas y que generen un crecimiento más compacto, ramificado y denso.
Usualmente, se cortan las yemas como veremos a continuación, según que tipo de yema se corte se consigue uno u otro efecto en el crecimiento del frutal y su producción.
Las partes del árbol frutal
Conocer las partes del árbol frutal ayuda para hacer una poda adecuada. Es necesario encontrar un equilibrio entre la fruta y las hojas para realizar una buena poda. Unas cuarenta hojas son suficientes para desarrollar un fruto de calidad, por lo que se necesita tener en cuenta el número de yemas florales cuando se busca encontrar este equilibrio. Estas son las diferentes partes de este tipo de árboles:
- Yema terminal: es la yema más gorda al final de la rama. Esta yema crece más rápido y se forma vigorosamente. Cuando se corta, activa las yemas que están detrás.
- Yemas de follaje: Las yemas de las hojas son yemas planas y triangulares a los lados de las ramas. Si cortamos un poco por encima, estas yemas se activarán y las ramas darán hojas.
- Yemas de flor: son yemas gordas que se hinchan a principios de primavera. Estas yemas formarán flores.
- Dardos: Son pequeñas ramitas con yemas florales que crecen en las ramas más viejas. Debemos conservar estas ramas, ya que garantizan la fructificación anual.
- Cicatriz estacional: este es el anillo que se forma en la rama y señala el comienzo de un período de crecimiento luego de un período de reposo.
¿Cuándo se podan los árboles frutales?
Después de un período de reposo, al final del invierno y antes del período de brotación de primavera, es el momento adecuado para la poda. Por otra parte, si lo hacemos en este momento, las heridas provocadas por la poda cicatrizarán mejor y más rápido. Incluso podemos posponer la poda hasta una semana luego de la floración del árbol, con un daño pequeño para la planta.
Por otra parte, podemos realizar pequeñas podas en verano y otoño y pinzaremos los brotes más fuertes para favorecer la aparición de ramas laterales más fuertes que tengan yemas florales.
Para restar vigor a algunos árboles frutales cuando crecen demasiado, podemos podarlos a principios o mediados de agosto. Si queremos que el fruto sea de mejor calidad, quitaremos las hojas que dan sombra al fruto.
Lo que debemos tener en cuenta es que la poda a finales de otoño o principios de invierno es lo peor, ya que en este caso dejaremos al descubierto las heridas del árbol hasta finales de invierno, lo que puede provocar ataques de hongos y más daños por heladas.
Una vez que sepa cómo y cuándo podar los árboles frutales, puede interesarte aprender como reproducir árboles frutales con esquejes.