La Lobularia maritima alyssum, o simplemente aliso marino, es una planta muy popular entre los jardineros, sobre todo a la hora de rellenar esos pequeños huecos vacíos en el jardín o añadir color a algunas macetas. Suelen gustar mucho, porque estas plantas tienen muchas flores decorativas, que son muy pequeñas, pero muy abundantes.
Si quieres conocer cuáles son los cuidados del aliso marino, acompáñanos en este artículo, en el que te enseñaremos sobre los cuidados de la lobularia marina.
Características de la lobularia marina
El Alyssum maritimum, que es otro de sus nombres científicos, es una planta vivaz muy popular en la cuenca mediterránea, aunque ahora se ha extendido a muchas más zonas con climas similares. Es de tamaño pequeño, formando matas de 25 cm de altura o menos.
Aunque es muy pequeña, se produce en cantidades tan grandes que oculta por completo el resto de la planta. Aparecen a finales de la primavera y, si las temperaturas son lo suficientemente frescas, pueden durar mucho tiempo. Estas flores suelen ser blancas, aunque existen variedades como la lobularia marítima morada que producen flores de este color o tono rosado.
Es posible que hayas visto flores de alyssum o lobularia para el consumo. Pero, ¿la lobularia marítima es comestible? La verdad es que lo es y de hecho sus colores tienen un sabor que recuerda tenuemente a la miel, y se puede consumir sin problema. Adicionalmente, entre propiedades de la lobularia marítima tenemos que ayudan a eliminar la retención de líquidos, además de ser antioxidante, analgésico y antiinflamatorio.
Ubicación de la lobularia marina
Es una planta que necesita mucho sol, por lo que su ubicación generalmente debe ser siempre en el exterior, en un lugar muy soleado. Lo ideal es ponerlo a pleno sol.
Sin embargo, ya que es una especie que necesita temperaturas moderadas, puede que en tu zona haga demasiado frío o demasiado calor para que la planta crezca correctamente. Incluso es posible que ocurra las dos cosas en las estaciones frías y cálidas. Por ello, hay quienes optan por tener la lobularia marítima en el interior.
Esta es una decisión arriesgada que requerirá que le prestes mucha atención a tu planta y colocarla en una zona lo más luminosa posible, teniendo siempre cuidado con el efecto de lupa de las ventanas y vidrios.
Suelo y fertilizante para lobularia marina
Uno de los puntos más importantes para el suelo de la lobularia marina es que debe ofrecer el mejor drenaje. Por ello, tiende a apreciar suelos calcáreos o arenosos. No es exigente con los nutrientes, por lo que no necesita un sustrato o suelo con gran cantidad de materia orgánica. Una mezcla como la que solemos sugerir, con turba, humus de gusano y fibra de coco y perlita, aportará las propiedades y nutrientes necesarios durante mucho tiempo.
Sin embargo, en el exterior la planta probablemente no necesite fertilizante, mientras que en maceta es recomendable proporcionarle un poco de fertilizante una vez al mes durante la etapa cálida, especialmente para potenciar la floración.
Riego de la lobularia marina
Por lo tanto, puede ser necesario regar cada 24 o 48 horas dependiendo de la temperatura. Eso sí, como siempre, es muy importante tener cuidado de no encharcar la tierra, lo que sería muy perjudicial para la planta.
Poda y otros cuidados.
Estas plantas no necesitan poda, excepto la de mantenimiento, es decir, quitar hojas y flores secas o marchitas con tijeras desinfectadas. Asimismo, es una planta resistente a las plagas y solo los hongos serán un problema si la riegas demasiado. Si se presentan hongos, no te desesperes, porque aquí puedes encontrar varios fungicidas caseros.
Reproducción de la lobularia marina
Lo habitual es reproducir esta planta por semillas o esquejes. Recomendamos plantar semillas de lobularia marítima en semillero, a principios de primavera, para después realizar el trasplante de las plántulas brotadas a su ubicación definitiva.
- Prepara un semillero con el sustrato que describimos anteriormente, en un recipiente pequeño, como un vaso de plástico o de yogur, con orificios de drenaje.
- Siembra máximo dos semillas en un recipiente y luego cúbrelas con aproximadamente 1 cm de sustrato.
- Riegue abundantemente con un spray que no remueva demasiado el sustrato, y coloca el semillero en un lugar iluminado o incluso al sol en el exterior.
- Pasados unos 15-20 días, si no hay problemas y manteniendo el sustrato húmedo, deberían germinar.
En caso de esquejes de lobularia marítima se acostumbra cortarlas después de la floración, cuando se han secado.
- Corta una rama de buen tamaño y apoya el enraizamiento cubriendo la base con hormona de enraizamiento o enraizamiento casero orgánico.
- Planta tus esquejes en una maceta con un sustrato adecuado y ya regada.
- Después de unas cuatro semanas, el esqueje debería echar raíces con éxito, dando lugar a una nueva planta sana e independiente.