Existen varios tipos de ficus, como el comúnmente llamado laurel de la India o árbol del caucho, pero uno de los más famosos es el benjamina. Esta es una planta originaria del sudeste oriental, pero hoy en día se puede encontrar ampliamente distribuida por todo el planeta.
Este es un árbol que tiene hojas ovaladas con un extremo puntiagudo, de color verde muy intenso y capaz de sobrevivir incluso en los inviernos más moderados. De hecho, en primavera reaparece con nuevos brotes que pueden durar hasta el otoño y son fácilmente reconocibles por la diferencia de color y ternura con respecto a las hojas viejas.
Esta es una planta que se puede encontrar tanto en árbol como en bonsái o plantada en maceta. Si quieres aprender sobre los cuidados del ficus benjamina.
Cómo cuidar un ficus Benjamina
Los cuidados básicos del ficus benjamina son sencillos, como te contamos a continuación:
Riego
El Ficus Benjamina es una planta que necesita riegos constantes debido a su transpiración. Esto hace que el sustrato sea propenso a secarse fácilmente, lo que puede provocar la caída de las hojas. Por ello, especialmente durante los meses de primavera y verano, se recomienda aumentar el riego para conseguir que el sustrato nunca se seque por completo.
Sin embargo, si está en una maceta, es importante evitar la acumulación de agua en el plato, ya que esto puede afectar negativamente a las raíces.
Abono
En cuanto al abono de los ficus benjamina se recomienda hacerlo una vez al año, preferentemente a principios de primavera. Los fertilizantes más recomendados para los ficus benjamina son aquellos que son ricos en nitrógeno. Sin embargo, a la hora de abonar esta planta es muy importante no excederse en la cantidad, ya que el exceso de humus puede quemar las raíces.
Luz y ubicación
De igual forma, otro cuidado del ficus benjamina que debemos tener en cuenta es que es una planta que necesita mucha luz, por lo que se debe ubicar en una parte soleada del jardín o cerca de ventanas con acceso directo a la luz solar. En cualquier caso, la luz solar directa durante muchas horas seguidas tampoco es buena para él.
Cómo y cuándo podar los ficus Benjamina
A la hora de podar el ficus Benjamina debemos tener en cuenta varios elementos. La primera es que la mejor época para ello es al principio de la primavera, lo que permitirá que los nuevos brotes salgan con toda su fuerza.
En segundo lugar, a la hora de podar el ficus Benjamina, ten en cuenta que es preferible hacer una pequeña poda de vez en cuando, en lugar de hacer una gran poda una vez al año.
La poda excesiva del ficus Benjamina puede retrasar su crecimiento. Por esta razón, es mejor podar parcialmente, aunque repetidamente.
Aspectos que debes tener en cuenta para plantar un ficus Benjamina
La forma más normal de encontrar un ficus Benjamina es en forma de árbol. Sin embargo, cuando tienes un árbol ficus benjamina habrá que tener en cuenta una serie de aspectos importantes, especialmente sus raíces.
El árbol ficus Benjamina es una planta de rápido crecimiento, tanto en la copa como en sus raíces. Esto hace que sus raíces se propaguen muy rápidamente en la zona aledaña al área donde está plantada.
Esto puede causar problemas cuando el árbol ficus benjamina está demasiado cerca de estructuras del jardín o edificios, ya que las raíces son lo suficientemente fuertes como para asentar la tierra o incluso romper tuberías. Por lo tanto, al plantar un árbol de ficus benjamina, es fundamental hacerlo en un área donde la planta tendrá suficiente espacio para expandirse sin dañar otra estructura cercana.
Bonsái ficus Benjamina: cuidados específicos
Aunque la forma más habitual de encontrar el ficus benjamina es en forma de árbol, es una planta que suele presentarse en bonsái gracias a la buena adaptación que tiene a este tipo de cultivo, gracias a su rápido crecimiento.
Cuando tienes un ficus benjamina bonsái, habrá que tener en cuenta que el espacio que quedará en la maceta será especialmente limitado. Por ello, es importante comprobar que el sustrato no se seque y la planta reciba los nutrientes necesarios de manera externa, es decir, mediante la fertilización. Lo más importante a tener en cuenta es:
- Riego: El riego del ficus benjamina bonsái debe ser más frecuente que el ficus benjamina, que se planta directamente en el suelo.
- Abono: Es fundamental aplicarlo varias veces al año si se quiere que la planta crezca. Sin embargo, nunca se le debe abonar más de una vez al mes. De hecho, lo ideal sería hacerlo a principios de primavera, principios de verano y una tercera vez a principios de otoño. Por otra parte, es importante hacerlo siempre en dosis bajas, ya que es mejor no excederse.
Enfermedades comunes de ficus Benjamina
Las enfermedades más comunes de ficus benjamina son aquellas que van asociadas a la presencia de plagas como el pulgón, la cochinilla o los ácaros. En estos casos, sobre todo si la planta está en el exterior, lo mejor es fumigar la planta con cierta frecuencia durante los meses de primavera y verano con algún insecticida natural que elimine este tipo de plagas. Lo mejor es hacerlo al final del día y hacerlo en toda la planta, sin olvidar nunca el interior.
Por otro lado, una de las enfermedades del ficus benjamina se manifiesta en forma de amarillamiento de las hojas. Si ves hojas amarillas en tu ficus benjamina, suele ser por falta de agua, por exceso de sol o por falta de ciertos nutrientes en el suelo, normalmente hierro. Cuando esto ocurre, lo mejor es comprobar primero de que la planta dispone del agua necesaria y, en caso afirmativo, aplicar un humus específico rico en hierro, adicionalmente de con un alto contenido en nitrógeno. A la hora de aplicar el fertilizante, es importante no quedarse corto en la cantidad. Si es necesario, se puede aplicar más fertilizante en pequeñas cantidades después de uno o dos meses.