La Soleirolia es un género de plantas rastreras que tiene 3 especies, la más popular de las cuales es la Soleirolia soleirolii, comúnmente llamado colchón de novia, lágrimas de ángel. Esta es una planta muy útil para tapizar superficies gracias a su rápido crecimiento y aunque no es muy exigente en su cuidado, no la podemos encontrar en cualquier sitio.
Si quieres saber cómo cuidar una soleirolia, cuáles son sus características y cómo propagarla, acompáñanos en este artículo donde verás una guía completa para el cuidado de la soleirolia.
Características de la soleirolia.
Las principales características de la planta soleirolia son:
- Esta es una planta pequeña con tallos pequeños que rara vez superan los 10 cm de alto.
- Nació en la región mediterránea, donde crece de forma natural en zonas sombrías y húmedas.
- Decorativamente, la planta es muy apreciada por sus pequeñas hojas, de color verde brillante y vistosas, que forman unas matas compactas muy bonitas, que recuerdan su apariencia a la del musgo. Por ello, en ocasiones se utiliza como alternativa al pasto, aunque soleirolia no se puede ubicar en zonas que pueden ser pisadas porque no lo soporta y muere.
- Sus flores son pequeñas y muy discretas, por lo que no afecta mucho su valor como planta ornamental.
- Cuidarla no es difícil ni demasiado exigente, pero la planta no tolera ciertas condiciones que hay que tener en cuenta.
Clima para la soleirolia
Esta planta rastrera o cubre suelos es de climas mediterráneos suave y no tolera las altas temperaturas ni el frío intenso. Soporta heladas ligeras ocasionales, pero las heladas prolongadas o intensas acabarán con la parte aérea de la planta. Eso sí, es probable que vuelva a aparecer sin problemas la próxima primavera.
En interior, es ideal tenerla en una zona con una temperatura estable superior a 5 ºC. Si quieres plantas más resistentes a las bajas temperaturas y que puedan servir para cubrir superficies.
Luz y ubicación de la soleirolia
La soleirolia no tolera la exposición solar directa. Por eso es importante ponerla en algún lugar luminoso, pero protegido de la exposición directa. Por ejemplo, jardines con sombra o semisombra, así como habitaciones luminosas, pero en las que la luz no entra directamente por sus ventanas.
Si la soleirolia se expone a la luz solar intensa, sus hojas y tallos probablemente se quemarán y se volverán negros, y la parte aérea morirá inmediatamente, como en las heladas.
Si se planta en el interior, la planta necesita macetas o contenedores sin orificios de drenaje para retener la humedad. Si no los tienes, coloca un plato debajo de la maceta, que acumule agua y humedad. Al exterior, asegurate de encontrar un lugar separado en el que no se camine, ya que no que la pisen como el césped.
Riego de la soleirolia
Aparte de su ubicación a la sombra o semisombra, el riego es el cuidado más importante de esta hermosa planta cubre suelos. La soleirolia es muy exigente con la humedad y el riego y necesita que la tierra o sustrato esté siempre húmedo.
Si la tienes en una maceta con agujeros de drenaje y un plato debajo, debes regar el plato directamente, permitiendo que el suelo absorba la humedad de forma natural y llegue a la planta. Si has utilizado un recipiente sin agujeros, riégala por encima, procurando humedecer abundantemente la tierra, pero nunca la encharques. La planta responde mejor al riego con agua sin cal.
En el siguiente artículo podrás conocer más sobre Cuándo regar las plantas.
Tierra y abono de la soleirolia
Como sus raíces son superficiales, la planta no es exigente con la materia orgánica de su suelo. Necesita cualquier tierra o sustrato suelto que ofrezca un buen drenaje. Puedes utilizar un sustrato universal y añadirle una cuarta parte de arena gruesa para que la tierra se airee y drene mejor.
En cuanto al fertilizante, será suficiente aplicar fertilizante mineral cada 15 días durante los meses más cálidos o añade un poco de humus de gusano a la tierra durante estos meses.
Cómo propagar la soleirolia
Propagar la soleirolia es muy simple gracias a su sistema radicular superficial y crecimiento rápido de la planta.
- Retira con cuidado una parte de la planta de la tierra y verás que las raíces son cortas y se llevan muy poco sustrato contigo. Puedes dividirlo con las manos, tratando de dañar poco a la planta.
- Divide el parche eliminado en tantas fracciones como quieras para propagar tu planta.
- Prepara macetas pequeñas sin drenaje con un sustrato universal debidamente ahuecado y con el añadido de arena gruesa.
- Coloca los trozos separados de soleirolia sobre el nuevo sustrato y presiona sutilmente sobre él para que las raíces entren en contacto con el nuevo suelo.
- Riega abundantemente y coloca los recipientes a la sombra o semisombra, donde rápidamente echarán raíces y empezarán a crecer. Por ejemplo, las ventanas de baños y cocinas, donde el sol no da con fuerza, son lugares típicos para la soleirolia.