NaturalezaCuidados y Cultivo de PlantasCuidados de los narcisos - Una guía práctica de jardineria

Cuidados de los narcisos – Una guía práctica de jardineria

El narciso es un género de la familia Amaryllidaceae, que proceden de Europa y el Mediterráneo, así como de Asia. Son unas plantas muy apreciadas por los aficionados a la jardinería gracias a sus flores de gran tamaño, tan bonitas como fragantes.

De hecho, estas plantas llevan el nombre de Narkissos, el bello semidiós de la mitología griega que se enamoró de su propio reflejo en un lago y se ahogó al saltar donde crecía una de estas flores.

Si quieres saber como cultivar narcisos grandes y sanos, continúa leyendo este artículo, donde encontrarás una guía sobre los cuidados del narciso.

Características de los Narcisos

La mayoría de los narcisos son plantas bulbosas que florecen entre finales de invierno y primavera, aunque algunas pueden florecer en otoño. Sus flores son muy llamativas y, por otra parte, cuentan con una gran cantidad de especies, variedades e híbridos. Algunos narcisos pueden alcanzar una altura de 50 cm, aunque la mayoría son un poco más pequeños.

Los narcisos más utilizados en floristería son los narcisos de trompa y copa grande que dan una sola flor, en este último caso de grandes dimensiones, y los narcisos pequeños en forma de copa con flores dobles y un junquillo dan flores más pequeñas.

En todos los casos, tienen una característica forma de trompeta muy fácil de reconocer y tiende a ser flores amarillas, aunque se pueden encontrar en tonos naranja y blanco. Estas flores duran unos 20 días en condiciones adecuadas, aunque el calor no les ayuda.

Cómo cuidar los narcisos: una guía básica para el cuidado

Los narcisos son plantas resistentes y con una gran adaptabilidad, por lo que están tan extendidas. Sin embargo, si deseas que los tuyos se vean saludables y hermosos, hay algunos cuidados que debes darle. Esto es lo que debes tener en cuenta sobre los cuidados básicos para los narcisos para mantenerlos en óptimas condiciones:

  • Clima: Prefieren un clima levemente frío y no toleran las zonas cálidas.
  • Ubicación: media sombra
  • Sustrato: ligero para que drene adecuadamente y enriquecido con materia o abono orgánico.
  • Riego: moderado, pero ocasionalmente para mantener un buen nivel de humedad sin encharcar.
  • Poda: solo necesitas quitar las flores y hojas secas. Asegúrate de dejar los bulbos enterrados para que puedan crecer la próxima temporada.

Si encuentras bulbos de esta planta, en vez de comprar una planta completamente desarrollada, te recomendamos esta guía sobre Cuándo y cómo plantar narcisos.

Clima y ubicación

Los narcisos prefieren el clima levemente frío, y el exceso de calor es uno de sus mayores enemigos. Si vives en un ámbito con temperaturas muy altas la mayor parte del año, probablemente no deberías tratar de cultivar narcisos.

Teniendo esto en cuenta, es fácil entender que debes colocar tus narcisos en lugares frescos, ya sea que los plantemos en el exterior o en una maceta en el interior. Necesitan un poco de humedad en la zona y eso agradecen los lugares en sombra parcial con gran cantidad de luz ambiental, pero sin recibir luz solar directa.

De hecho, si tienes tus narcisos en una maceta en el interior, lo habitual es moverlos según la temporada: cuando la planta está en época de floración, tendremos la maceta dentro de la casa, mientras que cuando esta acabe, será llevado al exterior nuevamente, para continuar con su ciclo natural.

Cuando los narcisos florecen, es importante mantenerlos alejados de fuentes de calor, como calentadores y radiadores, que harán que la planta pierda las hojas mucho más rápido. En el exterior, en cambio, hay que proteger la planta de las heladas, ya que aunque aprecia el clima frío, las temperaturas bajo cero pueden congelar las flores y matarlas.

Suelo o sustrato

Estas flores no son exigentes con el tipo de suelo o sustrato en el que estarán, y pueden adaptarse a prácticamente cualquiera. Por lo tanto, un sustrato global que esté enriquecido con compost orgánico podrá sustentar adecuadamente al narciso. Es recomendable comprobar de que la mezcla ofrece un buen nivel de drenaje, ya que, como con todos los bulbos, es muy necesario evitar mojar demasiado el suelo.

En caso de duda, recomendamos utilizar una mezcla universal de sustratos con parte de fibra de coco, parte de turba y otra de humus de gusano. Estas proporciones garantizan un sustrato ligero y aireado, muy rico en nutrientes y con un inmejorable drenaje. Encima, el humus de gusano aporta al suelo una gran cantidad de microorganismos beneficiosos.

Riego de los Narcisos

El narciso es una planta caracterizada por climas húmedos, por lo que requiere riegos muy constantes. Para proporcionar a la planta un nivel de humedad adecuado, sin tener que acudir a riegos excesivos, que pueden encharcar la tierra, lo mejor es darle al narciso un riego moderado, pero ocasionalmente, hasta 2 y 3 veces al día.

Se trata de aportar al suelo un poco de agua para mantenerlo húmedo, en cantidad pequeña. De esta forma, reproducimos el clima húmedo ideal para la planta sin asfixiarla.

Poda de narcisos

El narciso agradecerá que podes sus flores muertas, que hay que hacer cuando cambian de color y parece que hace tiempo que se secaron. Al podarlos, evitamos que la parte muerta de la planta absorba nutrientes o se vea afectada por la necrosis, facilitando así su crecimiento.

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