La planta capulín es una de las 400 especies de árboles y arbustos que pertenecen al carácter Ardisia perteneciente a la familia de Mirsináceas. Algunas de sus especies más famosas son ardisia crispa, ardisia crenata, ardisia mangillo, ardisia martinensis o ardisia revoluta. Su Origen es el sudeste asiático, pero bajo condiciones ambientales apropiadas se pueden cultivar en cualquier parte del mundo.
Cuidados básicos para el arbusto capulín
Aquí te enseñaremos cómo puedes cuidar un arbusto capulín y conseguir una planta en perfectas condiciones:
- Ubicación: se usa con mayor frecuencia como planta de interior en una maceta, pero en verano es mejor sacarla al exterior. Elige un lugar con sombra para que no reciba la luz solar directa.
- Temperatura: lo mejor es que esté entre 15-25 °C y en ningún caso puede ser a temperaturas inferiores a 10 °C, ya que no lo soportaría.
- Tierra: debe ser arcilloso y tener al menos un poco de turba.
- Trasplante: El mejor momento para esto es en primavera u otoño.
- Riego: en verano debe ser abundante, porque necesita humedad, e incluso es bueno rociar las hojas para mantenerlas húmedas. Eso sí, ten mucho cuidado con encharcar la tierra, sobre todo durante el resto del año, cuando no consumes tanta agua.
- Poda: debe hacerse con cuidado en primavera para potenciar su crecimiento.
- Abono: usa fertilizante mineral cada 15 días desde principios de primavera hasta mediados de verano.
- Multiplicación: Se hace por semillas en primavera o por esquejes en verano.
Características de esta planta
Este, conocido como capulín, se llama oficialmente ardisia crenata y este es un arbusto que tiene un crecimiento muy lento, pero puede alcanzar medio metro de altura. Sus hojas son alargadas, estrechas y de bordes dentados, mientras que sus flores son blancas y forman racimos a finales del verano.
Antes de las flores salen los frutos, que son rojos y con forma de baya.
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