NaturalezaCuidados y Cultivo de PlantasCuidados del culantrillo - Una guía práctica

Cuidados del culantrillo – Una guía práctica

El helecho culantrillo es una planta de interior popular que recibe una gran cantidad de nombres según las diferentes zonas del mundo. Algunos de ellos son planta cabello de Venus, brenca, culantrillo de pozo, culandrillo, capilera, hierba de las fuentes o arañuela, y su nombre científico es Adiantum capillus veneris.

Si quieres conocer más sobre este helecho, muy popular como planta ornamental, acompáñanos en este artículo sobre el cuidado del culantrillo porque encontrarás una guía muy útil para mantener esta planta en buen estado.

Características del culantrillo

Es una especie autóctona tanto del oeste y sur de Europa como de la América tropical, donde a menudo podemos encontrarla adherida a paredes o muros de grutas, así como a arroyos, en generalmente áreas semi-sombreadas y húmedas.

Otras características del culantrillo es que no suele exceder 40 cm de alto, ya que suele ser más pequeña que esta altura, por eso es muy valorada como planta de interior.

Clima, luz y ubicación del culantrillo

Este helecho recibe su nombre popular de hierba de las fuentes debido a su ubicación natural cerca de ellas y de los arroyos. Por lo tanto, es fácil concluir que esta es una planta que necesita un clima levemente fresco, mucha humedad y estar protegido de la luz solar directa.

La temperatura perfecta para el culantrillo es entre 15 °C y 20 °C, aunque puede soportar temperaturas mínimas de hasta 5 °C e incluso heladas ligeras ocasionales.

Aunque se suele utilizar como planta de interior, lo cierto es que el culantrillo se puede plantar en el exterior sin ningún problema, siempre que esté en un punto protegido de la luz solar directa, es importante tener en cuenta que sus raíces se extienden con mucha facilidad, expandiendo mucho la planta.

En el interior, debes colocar la maceta en una habitación luminosa, pero alejada de ventanas y otras fuentes de luz, o taparlas con cortinas para proteger al helecho.

Riego del culantrillo

Si protegerlo de la luz directa es una de las bases del cuidado de esta planta, mantener un suelo húmedo para ella es sin duda otro cuidado importante. El culantrillo necesita humedad constante, por lo que debes regar el sustrato a menudo para mantenerlo constantemente húmedo.

Por eso, muchos recomiendan el riego por capilaridad, que consiste en sumergir la maceta en agua lo más templada posible para que la tierra absorba toda la humedad que necesita. Eso sí, en estos casos es trascendental contar con una maceta con agujeros de drenaje o el agua acumulada puede causar problemas de pudrición de raíces o ahogamiento de la planta.

Igualmente, es necesario rociar sus hojas regularmente para que el suelo permanezca húmedo. De hecho, es habitual colocar el culantrillo en baños luminosos, ya que la humedad de las duchas diarias ayuda a mantener la planta en óptimas condiciones, y las salpicaduras frecuentes son beneficiosas.

Sustrato y fertilizante para el culantrillo

Esta planta agradece la presencia de un sustrato ligero rico en materia orgánica que retenga la humedad. Puedes preparar tu propia mezcla combinando parte de turba, parte de fibra de coco y una parte de humus de lombriz, a la que luego deberás añadir un puñado de vermiculita y perlita para mejorar su capacidad de retención de agua. Así tendrás un sustrato muy rico en nutrientes y microorganismos beneficiosos, por otra parte ligero, con buen drenaje y al mismo tiempo con buena capacidad para retener la humedad.

En cuanto al abono, durante los meses más cálidos agradece el aporte de abono ordinario o materia orgánica en forma de humus de gusano cada 15 días, que le ayudará a mantenerse fuertes y verde.

Hojas secas en el culantrillo

Si tu culantrillo tiene las hojas marrones, muy probablemente es porque la planta recibe un exceso de luz, especialmente si ocurre durante los meses más cálidos. El culantrillo no tolera la luz solar directa, por lo que deberás colocarlo en un punto más protegido o tapar la ventana o fuente de luz con una cortina que lo suavice.

Asimismo, puede deberse a una falta de riego. El proceso de restaurar el culantrillo seco es el siguiente: sumerge la maceta en agua tibia durante cinco minutos y luego coloca en un lugar de temperatura suave. En unas pocas semanas debería crecer de nuevo.

Por otro lado, si el marchitamiento de las hojas se produce en invierno, probablemente se deba a que el sustrato o suelo no ofrece suficiente drenaje y la planta sufre de exceso de humedad. Si esto sucede, retira el cepellón de la maceta y envuelve sus raíces en papel absorbente. Poda las zonas de mal aspecto, vuelve a plantarlo en un sustrato nuevo o con parte del aporte antiguo y nuevo y deja de regar y fumigar durante una temporada.

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