Los cactus, quizás por su reputación como plantas extremadamente resistentes, a veces reciben menos atención de la que verdaderamente necesitan. Es cierto que son plantas muy fuertes, pero incluso ellas tienen debilidades y problemas que hay que solucionar. Muchos de estos problemas y muchas dudas surgen a la hora de trasplantar una de estas bonitas y resistentes plantas.
Por eso en este artículo, te enseñaremos cuando trasplantar un cactus y como hacerlo correctamente.
Cuándo trasplantar un cactus
Hay varias razones para el trasplante de cactus. El más popular de ellos es porque la planta ha crecido y la maceta que tiene es pequeña para ella, lo que sucederá aproximadamente entre dos o cuatro años. Las señales de que la maceta del cactus es demasiado pequeña son:
- Las raíces de la planta son visibles a través de los orificios de drenaje en el fondo de la maceta.
- La parte superior del cactus ha llegado al borde de la maceta, especialmente si es uno corto y ancho.
Necesitarás trasplantar el cactus si lo acabas de comprar en un vivero o tienda, ya que lo más probable es que no lleve sustrato adecuado para el cactus o cuando solo quieras renovar la tierra. Del mismo modo, un cactus se puede trasplantar cuando aparecen hijuelos y quieras separarlos para que se desarrollen bien.
En cada uno de estos casos, y por el motivo que sea, siempre será mucho mejor trasplantar en el verano o una temporada seca en la que las lesiones menores que la planta puede sufrir tienen menos posibilidades de convertirse en problemáticas. Debe hacerse siempre que el suelo esté seco, no después de un riego.
Cómo trasplantar un cactus paso a paso
Una vez aclarado lo preliminar, si crees que es momento de cambiar tus cactus de maceta, sigue estos pasos para un trasplante de cactus adecuado:
- Lo primero es aflojar la tierra de la maceta para que puedas extraer los cactus sin que se dañen. Si es una maceta de plástico, puedes presionar el recipiente en todo su perímetro. De lo contrario, pasa una herramienta sin filo por los bordes interiores de la maceta, eliminando la tierra de los bordes.
- Antes de agarrar el cactus debes usar guantes gruesos de jardinería o de cuero para no lastimarte con las espinas. Debes asegurarte que la tierra esté seca, puedes rodear el cactus con unas hojas de periódico antes de levantarlo.
- A continuación, se debe eliminar la turba y la tierra de las raíces, limpiando con las manos con mucho cuidado o con un poco de agua, siempre con muy poca presión.
- Revisa si hay raíces en mal estado para podarlas con unas tijeras de podar previamente desinfectadas. De igual forma, si las raíces padecen hongos o plagas, aplica el fungicida o pesticida adecuado para cactus.
- Este paso es opcional. Si quieres estimular el crecimiento del cactus, puedes podar sus raíces. Si lo haces, simplemente corta las raíces más largas a la fracción de su tamaño.
- Las raíces pueden haberse dañado durante la extracción, incluso si no las podó. Por eso, deja que tus cactus se sequen al sol hasta 4 días antes de continuar o aplicar un fungicida específico para ellos o un poco de canela en polvo.
- Prepara la base de la maceta con grava u otro material de drenaje y un poco de sustrato de cactus.
- Luego coloca con cuidado el cactus en el centro y, sin presionarlo, sujétalo nuevamente con guantes o un periódico.
- Luego tienes que rellenar la maceta, ocultando por completo las raíces y habrás terminado el trasplante.
Cómo trasplantar un cactus bebé paso a paso
Los pasos para conseguir otro cactus de un vástago o un hijuelo de la misma planta son prácticamente iguales que cuando se trata de trasplantar un cactus, aunque hay algunas diferencias.
- Retira con cuidado el cactus hijo del cactus padre. A veces, los hijuelos se caen o se separan solos. Si no, puedes separarlos con mucho cuidado con un tenedor. Por lo general, es mejor esperar hasta que haya raíces largas.
- Haz un pequeño agujero con el dedo u otra herramienta fina en la tierra de la maceta donde la vas a plantar, y coloca en ella el cactus, siempre con guantes o, si es un hijo pequeño, con unas pinzas.
- Coloca tierra cerca de la nueva planta. Si el cactus está muy suelto, puedes compactarla levemente con tus propios dedos o pinzas.
- Humedece el cactus bebé con unas gotas de agua. Esto no debe hacerse al trasplantar cactus adultos, y luego debes asegurarte de poner la maceta en un lugar seco y donde reciba la luz del sol, aunque no directamente.
Consejos para el trasplante de cactus
Además de todas las indicaciones ya mencionadas, conviene recordar que los cactus, sobre todo algunas especies, son especialmente sensibles al exceso de humedad. Para evitar que las raíces se pudran por acumulación de agua es muy importante no regarlas en las semanas después del trasplante (excepto en el caso de trasplantar hijuelos, que recomendamos humedecer levemente después del traslado).
Para evitar enfermedades o podredumbres por exceso de humedad, es necesario preparar un sustrato adecuado para cactus. Puedes comprarlo en cualquier tienda o prepararlo tú mismo con dos partes de turba, dos partes de tierra, una parte de arena sílice o de río y una parte de roca volcánica. Para que la maceta ofrezca un buen drenaje, ayuda mucho si pones grava gruesa en su base y otra capa de esta o roca volcánica en la superficie, en la tierra.
Por último, siempre recomendamos no colocar un platillo como base debajo del desagüe de la maceta y, si es necesario, elimina siempre el exceso de agua después de regar o colocar patas o un soporte a la maceta para que este encima del plato y no sobre él.