NaturalezaVolcanesMéxico, una nación tejida de leyendas en torno a sus volcanes

México, una nación tejida de leyendas en torno a sus volcanes

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México es una tierra encantadora de gran valía histórica y cultural y con importante patrimonio geográfico y geológico. Hay un suelo muy irregular, con un gran número cordilleras, montañas, volcanes, montañas y cerros.

México tiene un suelo tan irregular que debido a la gran cantidad de sierras, cordilleras, montañas, volcanes y cerros que lo atraviesan, es uno de los pocos países del mundo donde la orografía es siempre una parte importante de todos los asuntos relacionados con la nación.

Los ríos, la finanza, el desarrollo e incluso la propia historia han sido permanentemente influidos, de una forma u otra, en el curso de las acciones y decisiones desde los tiempos antiguos, gracia a la existencia atípica de su relieve.

Por ello, creemos que es de gran mérito e importancia que a pesar de los grandes obstáculos naturales que componen la mayor parte del país, los mexicanos han conseguido una alta tasa de construcción de carreteras, represas, puertos y ciudades, entre otras cosas.

“La República Mexicana se ubica entre las latitudes 14° y 32° de latitud norte y por lo tanto ocupa la zona de transición en la que las características físicas de América del Norte son reemplazadas por las de América Central. El incidente más trascendental en el país al norte del paralelo 20 es la existencia de un gran altiplano, el altiplano Mexicano, que tiene una dirección global NW-SE.

Constituyen los bordes este y oeste de la Meseta, las cordilleras conocidas con los nombres de Sierra Madre Oriental y Sierra Madre Occidental. Los flancos exteriores de la primera se inclinan hacia el Golfo de México, y los de la segunda, hacia el Océano Pacífico y el Golfo de California», según la descripción de Rita López de Llergo y Seoane.

Encima, existen extensas planicies, relativamente limitadas, donde la agricultura alcanza niveles notables.

El gobierno federal toma la definición de un volcán en sentido fiel, se puede estimar que existen más de 2.000 volcanes en México. «De los dos millares, unos 42 son reconocidos como tales, aunque hay quienes aseguran que es el triple y solo algunos son considerados activos o peligrosos”, señala un documento del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

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Los 10 gigantes despiertos

De 42 volcanes, solo 10 son considerados volcanes activos y peligroso. Destacan entre ellos:

  • Popocatépetl
    • En la frontera entre Puebla, Ciudad de México y Morelos. 1994: La última erupción. Etapas efusivas y explosivas en los últimos años asociadas al crecimiento y destrucción de domos de magma en el interior del cráter. Popocatepetl es el mejor volcán del país. Es monitoreado por CENAPRED en colaboración con expertos de la UNAM. Más de 25 millones de personas viven en una radiodifusión de 100 km del cráter, lo que lo convierte en uno de los volcanes más peligrosos del mundo.
  • Iztaccíhuatl, la mujer dormida
    • En la frontera entre Puebla, Ciudad de México y Morelos. Compañero del Popocatépetl. Los guardias del Valle de México. Este es un volcán muerto.
  • Nevado de Toluca, Xinantécatl
    • Entre los valles de Toluca y Tenango. Su última erupción fue en 1330. Al cráter se puede demorar directamente por carretera, donde se encuentran dos lagunas, El Sol y La Luna.
  • Chichón o Chichonal
    • Está enclavado en la parte noroeste de Chiapas. Su última erupción fue en abril y mayo de 1982. El evento dejó 2.000 muertos y 20.000 desplazados.
  • Ceboruco
    • Nayarit; A 33 km de Ixtlán del Río. Se ubica en el extremo occidental del Eje Neo volcánico Mexicano, en el estado de Nayarit. La erupción más fuerte fue en 1870; el volcán se considera activo y emite fumarolas.

Para muchas civilizaciones antiguas, volcanes y montañas significaban la morada de los dioses; para otras culturas, estas formaciones geológicas representan a los propios dioses.

En el siglo XIX, según el conocimiento del cristianismo, el infierno estaba en algún lugar en el centro de la Tierra, y los volcanes eran sus puertas. En una definición más nueva, el vulcanólogo Federico Moser nos dice que las erupciones volcánicas son «la sangre derramada de los continentes en batalla».

El más alto de todos, Pico de Orizaba, se encuentra a 5700 metros sobre el nivel del mar seguido de los de Iztaccíhuatl y en Popocatépetl. Es por estos dos volcanes en México que existe una de las leyendas mexicanas más bellas.

Son los señores del valle y vigilan el valle de México. Hasta el término de 1960, la contaminación los ocultó, eran la imagen majestuosa de todos los puntos del valle. Ahora su tino se da solo en días claros, cuando las lluvias y los vientos alegran el medio ambiente.

La leyenda de Popo e Izta

Según la mitología de México -o de los aztecas, como se le conoce popularmente- Iztaccíhuatl era una princesa que se enamoró de uno de los guerreros de su padre. El nombre de ese combatiente era Popocatépetl y como suele ocurrir en todas las historias de este tipo, el padre de la princesa pone a prueba al combatiente antiguamente de darle la mano a su hija.

Popocatépetl tuvo que ir a la batalla en Oaxaca y regresar de allí con la cabeza de su duro enemigo clavada en una lanza. Como no podía ser de otra manera, el combatiente volvió arrollador y se organizaron muchas fiestas y festines en su honor, pero, ni puede sobrevenir un poco de dramatismo en la historia, el combatiente Popocatépetl descubre que su amada, la princesa Iztaxiuatl, ha muerto.

Con el corazón destrozado, el combatiente llevó el cuerpo de su princesa a una montaña cercana como premio, los dioses lo convirtieron en un volcán inactivo. Pero aún faltaba la gran muestra de amor: el guerrero encendió la antorcha y aseguró que ninguno de los huracanes que azotarían la zona sería lo suficientemente fuerte para apagar el fuego que velaría por el cuerpo de la princesa.

Y los dioses actuaron de nuevo; lo convirtieron en un volcán cerca de Itaxiwatl, y como el fuego de la pasión de su amor no debe apagarse, el volcán Popocatépetl está activo, hoy, de hecho, vuelve a estar en alerta por su actividad volcánica.

Dada la riqueza de la civilización mexicana, se podría esperar que esta no sea la única version de esta leyenda de México. Según otras versiones, el padre de la princesa Tezozomok le pidió al combatiente una tarea que consideraba inútil, porque no veía la unión con buenos ojos. Fue tan difícil que Iztaichuatl recibió la noticia de que su amado había fracasado y muerto tratando de completar su hazaña. Y como suele acaecer en estas historias, la princesa murió de pena.

El problema es que Popocatepetl lo logró, y cuando regresó, encontró a la princesa muerta y, como ella, muerta de pena. En esta versión de la leyenda de los volcanes de México, los dioses asimismo se apiadan de sus amantes, los cubren de nieve, convirtiéndolos en montañas.

“La leyenda de los volcanes en México es importante en la civilización del país y por eso existe en forma de canciones, poemas y muchas historias”.

Según los nahuas de Tetelcingo, Iztaccíhuatl (o Istācsohuātl en náhautl) era la esposa de Popo, pero Xinantécatl la quería, por lo que se desató una guerra a pedradas entre ellos, que creo la Cordillera Continental que divide el eje Neo volcánico transmexicano. Al final de la batalla, Popocatepetl, en un ataque de ira, le arrojó un gran coalición de hielo, el cual decapitó a Xinantécatl y por ello el Nevado de Toluca no tiene cima. Esta leyenda asimismo justifica erupciones catastróficas pasadas.

Antes de ir a la guerra, Popocatepetl le pidió la mano al padre de la princesa Iztachiuatl, poco tiempo luego, su rival pensó que había muerto en la batalla. Cuando se enteró, Iztachiwatl murió de pena. Popocatepetl regresó triunfante. Para honrarla, construyó una tumba delante del sol, uniendo diez colinas en forma de montaña. Puso su cuerpo encima, que tomó la forma de una mujer dormida. Se arrodilló en presencia de su nieve favorita para cubrir sus cuerpos y los dos se convirtieron en volcanes.

De ambas leyendas de México, hay más alternativas que si la noticia del asesinato del combatiente la dio un enemigo con la esperanza de que se retirara al ver sufrir a su amada, que si el padre de la princesa no quería casarse, pues quería entregársela a los dioses convirtiéndolo en un volcán con la ayuda de un mago ¿Qué pasa si uno y otro huyeron juntos, pero los guardaespaldas de su padre los persiguieron e hirieron a la princesa, y del lugar donde ella murió, se levantó un volcán, y así sucesivamente?

Lo que está claro es que esta leyenda de los volcanes en México es esencial para la civilización del país y por eso existe en forma de canciones, poemas y muchas historias.

Aunque la trama es similar en todas las versiones, hay diferentes variantes y formas (canciones, poemas, cuentos), fomentada por la transmisión oral. La montaña Iztaccíhuatl la llamaban la «Mujer Blanca» o coloquialmente «Mujer Durmiente» porque su perfil parecía el de una mujer acostada.

Popoca se convirtió en el volcán Popocatépetl, que tiró fuego al suelo con furia ciega por la pérdida de su amada. Mitológicamente, el dios Tezcatlipoca (espejo humeante) no tiene una de sus piernas. Para poder caminar se coloca una prótesis con forma de jaguar. Por lo tanto, el pie de Tezcatlipoca es el hueso que está activo en el volcán.

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