Aunque los centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) y el Colegio Americano de Medicina Deportiva recomiendan ejercicio moderado durante el embarazo, las mujeres embarazadas no están obligadas a evitar todas las formas de actividad física. En general, deben apuntar a obtener 30 minutos o más de actividad física de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana. Sin embargo, un profesional de la salud debe evaluar la salud de la mujer y sus habilidades físicas antes de recomendar un programa de ejercicios. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a comenzar en una rutina de ejercicios:
Es seguro hacer ejercicio durante el embarazo siempre que el nivel de ejercicio no cause incomodidad, dolor o dificultad para respirar. Además, el ejercicio debe progresar a una velocidad que no conduce a una incomodidad significativa. Al comenzar el ejercicio en el embarazo, las madres expectativas deben autoevaluar su condición física, incluida la ingesta y la calidad de los demás calóricos. Además, es necesario tener en cuenta la disminución del desempeño de la madre, que a menudo ocurre más adelante en el embarazo.
Además de hacer ejercicio durante el embarazo, las mujeres también deben hacer ejercicio para fortalecer los músculos del suelo pélvico, lo que puede reducir el riesgo de incontinencia. Los ejercicios de piso pélvico se pueden hacer en cualquier lugar y nadie sabrá que está embarazada. Además, las clínicas prenatales y el GPS pueden recomendar una clase de ejercicio específica del embarazo. También puede buscar consejo de compañeros de embarazo para obtener asesoramiento. Hay muchos instructores de fitness registrados en el Reino Unido.
Si está embarazada, hable con su médico acerca de si es seguro para que continúe haciendo ejercicio. Independientemente de lo convenz que sea, debe consultar a su médico para asegurarse de que no está poniendo en riesgo su cuerpo. Además, es crucial aumentar la cantidad de calorías que consume durante el segundo trimestre. Para obtener más información, lea las recomendaciones de ACSMS sobre la actividad física durante el embarazo. Esto le dará una mejor idea de lo que es seguro y no es seguro para usted.
Si bien el ejercicio en el embarazo puede ser beneficioso tanto para la madre como para el bebé, no se recomienda para mujeres embarazadas con afecciones médicas. Algunas mujeres pueden ser capaces de ejecutarse en sus rutinas regulares mientras están embarazadas, pero su médico querrá controlar su progreso para garantizar que no estén en peligro de complicaciones. Si tiene un historial de ejercicios de gran altitud u otros ejercicios extenuantes, asegúrese de consultar a su proveedor de salud antes de cambiar su rutina.
Las mujeres embarazadas pueden iniciar un programa de ejercicios, incluso si nunca antes han ejercido. Es mejor consultar con un proveedor de atención médica antes de comenzar un programa de ejercicios. Su proveedor de salud podrá brindarle directrices personalizadas para el ejercicio basado en su historial médico y su nivel físico. En general, la mayoría de los tipos de ejercicios durante el embarazo son seguros y beneficiosos. Solo asegúrese de que está haciendo ejercicio a salvo y que no representa un peligro para su hijo por nacer.